Sergi Barrios, entrenador canino y responsable de la “Unitat Canina Sergi Barrios”, ha enseñado a decenas de perros a encontrar personas atrapadas en tareas de rescate, detección de estupefacientes, explosivos o trufas y venenos, sin embargo, este sentido olfativo tan desarrollado se puede utilizar con el mismo éxito en ámbitos más desconocidos, como la detección para el control de plagas. Sergi ha convertido a sus perros en la pesadilla de las chinches.
Sergi Barrios con algunos de sus increíbles perros
Recientemente, ha iniciado un nuevo proyecto del que nos sentimos honrados de colaborar, con el objetivo de adiestrar canes para la detección de termitas, utilizando una metodología específica y propia basada en la asociación del espectro de olor de la termita. Para ello, una de las claves, es la meticulosidad a la hora de la recogida y conservación de muestras de olor, las cuales deben mantenerse alejadas de cualquier contaminación en todo momento.
Sergi, está adiestrando en la actualidad a un par de perros para detectar termitas subterráneas que se dedican, poco a poco, a destruir estructuras y muebles de madera. Cada año, tan solo en Cataluña, se estima que los daños provocados por esta plaga se cuentan por millones de euros.
Siempre es recomendable inspeccionar una casa antes de su compra, especialmente si es una construcción con cierta antigüedad, se encuentra en el medio rural y/o sus elementos principales de construcción son de madera. No obstante, las inspecciones estándar, dependiendo del tipo de construcción, podrían abarcar tan solo del 50 al 80 por ciento de las áreas estructurales según su dificultad de acceso.
Sergi identificando la zona de entrada de las termitas.
Y es aquí donde un perro entrenado enriquece la metodología para la inspección de plagas específicas. Sergi Barrios, como conductista animal, acondiciona y entrena a los canes para rastrear termitas y chinche de cama, entre otros.
En muchos puntos del mundo, donde ya se usa el olfato de nuestros mejores amigos para acabar con las plagas, prefieren sobre todo a los beagles macho porque son manejables e inteligentes; tienen un agudo sentido de la audición y el olfato; y son lo suficientemente pequeños como para entrar en espacios pequeños. Es el agudo sentido del olfato y el oído de los perros lo que les alerta sobre dónde están las termitas. Cuantas más termitas hay, más activos se vuelven, indicando con entusiasmo en el lugar señalado.
El sistema, que arrancó en Estados unidos y Corea hace relativamente poco tiempo, ha sido sometido a pruebas exhaustivas en la Universidad Estatal de Ohio, donde los perros fueron certificados como detectores de termitas, tanto de madera seca, madera húmeda como subterráneas. Los equipos caninos también son reconocidos por la Asociación Nacional de Control de Plagas como una herramienta industrial útil, y los resultados de los hallazgos de los perros son admisibles como evidencia en un litigio sobre el daño por termitas.
Al principio, la acogida fue un tanto fría por parte de la industria de control de plagas. Hasta que los perros probaron repetidamente su efectividad, no solo en el trabajo, sino en ensayos de campo supervisados por entomólogos universitarios y consultores de la industria.
Cortando una parte del poliestireno para acceder a la muestra.
Y es que nuestros amigos de cuatro patas, son tan efectivos que un equipo de perros y manipuladores podría llegar a inspeccionar de ocho a diez viviendas promedio por día, un 50 por ciento más que una inspección humana rutinaria, y dado que los perros encuentran prácticamente todas las infestaciones en vivo, permite que los tratamientos sean aún más efectivos. Según los informes, estos perros pueden encontrar nichos que contienen tan solo ocho termitas vivas.
Esta nueva técnica, aunque prácticamente infalible, depende de un operador altamente cualificado, debido a que los perros no son capaces de identificar daños estructurales en ausencia de termitas vivas.
Así que desde Sanite deseamos a Sergi Barrios toda la suerte del mundo en este nuevo proyecto.
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