El Banyan Wharf, situado en el barrio de Hackney, Londres, es un edificio en madera sin precedentes. Esta edificación residencial alberga 50 apartamentos de uno, dos y tres dormitorios -todos vendidos sobre plano-, junto a 1.190 m2 de locales comerciales.
La madera fue el componente estructural elegido para la construcción, debido al compromiso adquirido por la ciudad de Hackney de dar paso a nuevas edificaciones sostenibles. En la construcción de este edificio único en su especie, fue crucial la creación de una compleja y “retorcida” estructura híbrida laminada de madera y acero.
La madera es el principal material de construcción renovable. También es el que produce edificios más sostenibles, proporcionando una compensación de carbono incomparable para proyectos de construcción de alto volumen.
Las innovadoras planchas “cross”, que giran en alturas alternativas, crearon una geometría compleja que no podía ser construída integramente en madera, por lo que se emparejaron un marco de acero y un núcleo de hormigón con el CLT.
El bastidor de acero se utilizó para tomar la carga gravitacional de la estructura, que se transifiró en niveles alternativos a medida que las placas del suelo se torcieron. Estas mismas placas actuaban como diafragma para transferir las fuerzas de estabilidad de las fachadas al núcleo de hormigón en el centro de la estructura.
El edificio cruciforme torcido, descrito por el arquitecto del proyecto Alex Brown Smith, como “algo más que mera fantasía arquitectónica”. Él mismo asegura que todos los pisos son unidades de esquina, lo que les permite tener vistas duales y en muchos casos de triple aspecto sobre la ciudad.
Los beneficios de la madera laminada son numerosos, desde la reducción de cargas en cimientos y servicios de infraestructura hasta impresionantes prestaciones térmicas, acústicas y de hermeticidad al aire.
El proyecto traspasó fronteras en términos de altura, complejidad y método de construcción. Se expresó la preocupación que el traspaso de los límites en tantos frentes reduciría el desempeño final (capacidades acústicas y térmicas) de las unidades individuales, por lo que se decidió en las primeras etapas, reducir ese riesgo construyendo uno de los apartamentos en un programa acelerado. El apartamento de prueba superó con creces las expectativas por lo que se decidió seguir hacia adelante con el proyecto.
Banyan Wharf cuenta con doble acristalamiento de energía eficiente, lo que permite la flexibilidad de ventilación en los meses de verano, junto con un techo “verde” para aumentar la aislamiento y ayudar con el drenaje.
El jardín de canales de diseño ecológico, que comprende plantas de origen local, garantiza que el desarrollo contribuye positivamente al medio ambiente local. Debido a su impresionante fachada de madera, el Banyan Wharf se convirtió en uno de los proyectos residenciales más prolíficos de Londres.
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