Las termitas, ciclo de vida en África

 

La más típica de todas las siluetas de África no es la jirafa, ni el árbol de espino, sino la forma alta similar a un castillo, del termitero.

 

Termitero africano.

 

Los insectos que construyen estos montículos parece que predominen en gran parte de África, tanto en cuestión de números como por su efecto sobre el paisaje.

Un elefante, consume solo el 10% de cada árbol que derriba, el 90% restante, será devorado por las termitas. La cantidad que se come cada una es pequeña, pero existen en números que desafían a la imaginación.

Hay más de un millón de ñus en el Serengueti, aun cuando están ocupando planicies hasta donde abarca la vista, es un número difícil de concebir, pero para las termitas 1 millón es sólo una familia más bien pequeña. Las termitas son ciegas, pero construyen estructuras elaboradas. No son más grandes que la cabeza de un fósforo, pero los hogares que construyen, pesan decenas de toneladas y pueden medir más de 6 metros.

 

Obrera del montículo.

 

Las pirámides, esa gran obra humana, son patéticas en comparación, los montículos son notables por derecho propio, pero también son focos de atracción para a una gran variedad de visitantes, criaturas como el cerdo hormiguero y la hiena del cabo, así como todo un catálogo de animales extraños y especializados que vienen al montículo y lo consideran su hogar. Esta es la historia de esos montículos, de la extraordinaria sociedad de insectos que los construyen, y de la formidable colección de criaturas que los usan como fuente de alimento y refugio.

Esta es la historia de esos extraordinarios castillos de barro.

Castillos subterráneos, el mundo de las Termitas.

 

En el interior de la fortaleza, viviendo en casi la oscuridad total se encuentra una compleja sociedad de varios millones de insectos, las termitas son también conocidas como hormigas blancas, pero no son hormigas, los parientes más cercanos son las cucarachas y han habitado en este planeta por lo menos, durante 100 Millones de años.

El nido es una serie de cámaras de diferentes tamaños y para diferentes usos, sostenida por elegantes columnas y conectadas por intrincados pasadizos y túneles. Su arquitectura es de forma libre, no basada en patrones como las estructuras en forma de panal, producidos por otros insectos constructores como abeja y avispas. La sociedad está basada en una estricta división del trabajo y cada individuo tiene un papel claramente definido en la vida del nido.

 

Esquema interior de un termitero.

 

Alrededor del 2% de la población son soldados equipados con grandes cabezas y poderosas mandíbulas, las hay de dos tamaños, grandes y pequeñas, y todas ellas son hembras estériles, los obreros, también son de dos tamaños, pero de los dos sexos, ambos también estériles, los obreros pequeños llevan a cabo tareas domésticas, mientras los grandes son responsables de la construcción y el mantenimiento. Son los más grandes constructores del mundo, usando su saliva como cemento, ellos arman grano por grano, algunas de las estructuras más extraordinarias de la naturaleza.

Los montículos de las termitas son de una gran variedad de formas tamaños y colores. Donde hay fuertes lluvias, se protegen con sus propios paraguas, creando en la parte superior del nido una cobertura semiesférica, dándole una apariencia parecida a una seta. Donde hace mucho calor, el calor es expulsado a través de chimeneas, que favorecen el enfriamiento por evaporación y aumentan las corrientes de aire en el interior del termitero. En medio de esas dos formas extremas dependiendo del clima, el suelo y la especie en sí que construye, parece que todo vale, con el fin de adaptarse y sobrevivir.

Según la escala de las dimensiones humanas, un montículo de 6 metros, mediría 4 km de altura, 10 veces la altura de los rascacielos más altos, aún un montículo promedio, sobrepasaría en mucho el tamaño y peso de las pirámides. Los montículos de 6 metros, son los clásicos que se encuentran en las planicies.

Estas son las torres góticas que veremos más de cerca.

Organizaciones internas y castas de un Termitero

 

El corazón de una colonia de termitas es una celda construida como un puesto de mando militar de la era nuclear. Sepultada 60 cm por debajo del nivel de la tierra, en el centro del montículo y entre gruesos muros, está suspendida en el espacio, sobre pilares, y solo se puede entrar a través de una pequeña hilera de minúsculos orificios redondos, el centro neurálgico es fácilmente defendible, estamos en la celda Real.

Permanentemente encerrados en su interior se encuentran el rey y la reina, además de tener ojos, la parte delantera de una reina termita no es tan diferente de la de sus súbditos, pero de la cintura para abajo, es otra historia, con 10cm de largo y del diámetro del pulgar de un hombre, es miles de veces más pesada que los obreros que la atienden, junto a su reina, parecen un equipo que se ocupa de un dirigible a medio inflar.

 

Termita Reina

 

El rey es mucho más grande que los obreros, pero sigue siendo pequeño en comparación con la reina, tarda hasta 15 segundos en caminar de un extremo al otro de su consorte. La reina es una enorme máquina de poner huevos. Cada día de su vida, que puede durar hasta 15 años, Puede poner hasta una tercera parte de su propio peso en huevos, hasta la increíble cantidad de 30.000 huevos al día. Según los pone, los obreros se los llevan, y cómo hay nuevos huevos en pocos segundos, es una tarea interminable.

Cómo están encerrados el rey y la reina deben ser alimentados por obreros que regurgitan su último alimento, los soldados también deben ser alimentados porque sus mandíbulas son tan especializadas para luchar, que son incapaces de alimentarse, los obreros también intercambian alimento cuando se encuentran, pero hay más razones por lo que esto sucede, la saliva de cada insecto contiene una mezcla de elementos químicos que está determinada por el estado del montículo y las necesidades de la sociedad, la información es pasada de boca en boca y cuando la reina es alimentada, recibe un cóctel químico, que le proporciona un informe detallado del estado de su “nación”. Como el puesto de mando centralizado qué es, la reina recibe y procesa toda esa información y por el otro extremo exuda el equivalente químico de una orden impresa, que contiene las instrucciones necesarias para el montículo.

Por ejemplo, supongamos que las hormigas atacan la colonia y muchos soldados mueren, las termitas registran en forma puramente química, que tienen menos contacto de lo normal con soldados, y en la oscuridad en su celda la reina recibe esta información, no se sabe a ciencia cierta si es ella la que altera la puesta antes de desovar o si los elementos químicos afectan los huevos más tarde, a través de la saliva de los obreros que los transportan, lo que es seguro es que el siguiente grupo de huevecillos dará origen a soldados para que la población sea restaurada a su equilibrio adecuado.

Toda esta alimentación mutua es explotada por minúsculas criaturas llamadas colémbolos que pasan su vida encima de las Termitas, en cada intercambio de alimento el colémbolo se desliza hacia adelante y toma una pequeña porción, los colémbolos son muy democráticos, ocupan desde la reina al obrero común, es sólo un minúsculo insecto.

Así que, aunque es prisionera de por vida, la influencia de la reina llega a cada uno de sus millones de súbditos, el rey también tiene un papel importante, si es apartado de la reina, esta empezará a poner huevecillos estériles, deben copular frecuentemente, pero cómo lo hacen es uno de los muchos secretos que están guardados en la intimidad de la celda real.

Reproducción, alimentación y ventilación del termitero.

 

Encima de la celda real se encuentra un laberinto de cámaras interconectadas que forman la mayor parte del nido, esta es el área de incubación, donde los obreros hacen pequeños cúmulos de huevecillos. Éstos necesitan 3 semanas para incubar y el área siempre está llena de crías. Las termitas no tienen una etapa larval como la mayoría de los insectos, lo que surge de los huevos es una animal perfectamente formado, no más grande que la cabeza de un alfiler, completamente blanco. Los obreros trabajan a tiempo completo manteniendo a las crías limpias y bien alimentadas.

Estas nuevas generaciones componen casi el 50% de la población, para reunir alimento para todas esas bocas, los obreros cavan galerías que llegan a alejarse hasta 50m del montículo, cuando encuentran comida, como podría ser un nido de pájaro hecho con ramas y fibras, salen a la superficie y en unas horas lo cubren con una capa de lodo. Cuando ha quedado sellado y oculto de los depredadores, los obreros pueden alimentarse con seguridad. Los habitantes de un montículo grande, consumen media tonelada de desechos vegetales por año.

Pero no solo contribuyen a limpiar el substrato, especialmente en las zonas más secas, el ciclo ecológico se vería enormemente ralentizado, porque la vegetación, sin humedad, tarda mucho tiempo en descomponerse, pero las termitas degradan la madera caída y estas a su vez, pasan a ser comidas por una gran variedad de depredadores, como resultado los nutrientes que de otra forma permanecerían encerrados en la madera muerta, son reciclados rápidamente en el sistema haciéndolo más rico y variado. El pasto y la madera contienen una alta proporción de celulosa rica en energía pero indigerible aún para las termitas, así que los obreros, la mastican y al volver al montículo, la usan para construir jardines colgantes enroscados que tienen la textura y el olor del corcho húmedo, el cultivo en estos jardines de termitas son hongos.

Los hongos producen una enzima que puede convertir la celulosa en un material digerible, una termita hambrienta primero comerá algo del material del jardín y luego mordisquea un hongo mezclando así en su estómago, uno de los alimentos menos digeribles de la naturaleza y el medio mágico para digerirlo. Las Termitas no pueden vivir sin los hongos y los hongos sólo crecen en los jardines creados para ellos por las termitas, en una de las simbiosis más extraordinarias de la naturaleza.

 

Hongo creciendo a través de la tierra desde el jardín de un termitero.

 

Los jardines de hongos crecen un laberinto de celdas situadas cerca de las áreas de incubación quedando así, resueltos los problemas de vivienda y alimentación, pero hay otro problema básico por resolver, varios millones de insectos activos, más el proceso de crecimiento de los hongos, generan calor al que las termitas son muy sensibles, para resolver este problema, construyen un sistema de aire acondicionado, que toma la forma de una serie de chimeneas que corren a través del montículo, el aire caliente se eleva a través de esas chimeneas y es reemplazado por aire fresco que entra por la base del montículo, si en el exterior el aire es caliente, los obreros descienden a veces hasta 50 metros a la fuente de agua del nido, en el fondo de esos pozos, llenan sus vientres de agua y vuelven al nido para esparcir el agua sobre los muros, para que el nido sea enfriado por evaporación, el control sobre el sistema es muy preciso, al abrir o cerrar las pequeñas chimeneas y al modificar la humedad de los muros mantiene temperatura con una variación de medio grado, en una cómoda temperatura de 30 grados centígrados, aunque hay complicaciones, el sistema de aire acondicionado proporciona un hogar perfecto y hecho a medida para un ejército de huéspedes no invitados.

Co-habitantes y depredadores de la termita.

 

Poco después del amanecer, un grupo de mangostas enanas se empieza a despertar, los juegos de las crías, más madrugadoras, pronto despiertan a los adultos que salen a tomar el sol matutino, al poco tiempo el montículo de Termitas será visitado por estas.

 

Mangosta joven.

 

Un total de 45 litros de agua al día, se evapora través de la chimenea. Las chimeneas están llenas de aire húmedo y tibio convirtiéndolas en un cómodo refugio para los reptiles de sangre fría. Uno de los reptiles que suele aprovechar esta circunstancia es el varano que puede llegar a medir más de un metro y medio y con frecuencia comparte montículo con una familia de mangostas. El varano es depredador de las mangostas, si pudiera atrapar alguna, pero confinado en la chimenea y con una temperatura corporal aún baja, es incapaz de atacarlas, así que las crías se acercan, confiadas, para explorar.

 

Varano en un termitero.

 

Otro animal que a menudo usa los montículos de termitas es el Chacal, que esconde a sus cachorros en las chimeneas, que son más seguras que una madriguera ordinaria, los muros de lodo del montículo son como cemento, y pocos depredadores podrían sacar a los cachorros de ellos. El que algunas criaturas vivan en el sistema de aire acondicionado no molesta a las termitas, los insectos no viven en las chimeneas que son solo para ventilación, y si una es obstruida por un visitante, las termitas abren otra.

En algunos recodos de los túneles se pueden encontrar pequeños montones de insectos muertos que a veces se mueven, son el macabro camuflaje del reduvio que se cubre con los cuerpos de sus víctimas, esta criatura de 1,5 cm, salta sobre las termitas y otros insectos en las chimeneas para alimentarse de ellas.

 

Reduvio, camuflado con los cuerpos de sus victimas.

 

Las mangostas enanas son con mucho, los pobladores ilegales más comunes del montículo, viven en grupos de hasta 20 animales y son oportunistas, alimentándose casi con cualquier cosa que encuentren.

El varano siendo animal de sangre fría permanece en el montículo hasta que se calienta por el sol y luego también se dispone a cazar, como las mangostas, come cualquier cosa que se presente: insectos, huevos, pequeños mamíferos, cualquier cosa que le apetezca a su lengua siempre en movimiento. Al mediodía llega el momento de descansar para las mangostas, para las adultas, en todo caso, a las crías no parece agotárseles la energía.

Una a una, las mangostas se deslizan en las chimeneas, y se disponen a pasar la noche, esperando el comienzo de una nueva estación de lluvias.

Las lluvias traen pastos y mucho alimento para las termitas y para algunas especies, es el inicio de la limpieza de primavera, las termitas, destruyen sus viejos jardines de hongos, los llevan a la superficie y los esparcen sobre la tierra. Los hongos crecen hasta un tamaño, dejan caer sus esporas y así completan su ciclo reproductivo.

Las termitas mientras tanto, construyen nuevos jardines y plantan en ellos las esporas recogidas de los hongos maduros. Es difícil creer que este sea un cultivo plantado intencionalmente por una colonia de insectos.

Las termitas aladas, reproducción de la colonia.

 

En el interior de los montículos, las lluvias han dado origen a un suceso aún más extraño, en las estancias de incubación ha sido criada una nueva casta de termitas, nacidas con ojos grandes y oscuros y pequeñas alas, dejan caer la membrana que las cubre extendiendo sus finas alas de hasta 1.5 cm de largo, es entonces cuando estarán listas para volar. En el exterior alrededor de la base del montículo los obreros han hecho una serie de perforaciones en forma de media luna y con una fuerte escolta de soldados, salen a preparar el terreno para el gran evento.

Cualquier insecto extraño que encuentran, lo matan y lo alejan, y toda el área alrededor de la base es limpiada de pasto y ramas. Después de oscurecer, los obreros salen para comprobar las condiciones climáticas, cuando todo está en orden, cuando el terreno está suave por la lluvia y hay una leve brisa, el mensaje es transmitido al interior, y las nuevas y extrañas termitas salen del montículo, y como si de una historia fantástica se tratase, en pocos minutos el castillo que parecía abandonado durante todo el año, cobra vida y parece estar bañado de plata, debido al brillo de las alas translúcidas de las aladas.

 

Termitas aladas

 

Estas nuevas criaturas, son príncipes y princesas, y tienen una sola noche para encontrar pareja, ya que a diferencia de sus hermanos, son fértiles, este vuelo sincronizado con las termitas de otros montículos, sirve para dispersarlos e iniciar una nueva pareja Real y de este modo crear una nueva colonia.

De vuelta en el montículo, los obreros se limpian, entran y sellan los agujeros, el evento en este caso, dura solo unos minutos y sucede en el caso de esta especie, una vez al año.

Para otras especies, este es un evento diurno, y la luz del día deja a la vista este singular espectáculo. Ayudadas por el viento viajan desde 50 metros hasta varios centenares.

Cuando una hembra desciende, secreta una sustancia que atraerá a un macho, que la evapora y dispersa en el aire con las alas. Para un macho que se encuentre cerca o a una distancia corta, esta sustancia, es irresistible. Tan pronto se reúnen, se ayudan a deshacerse de sus alas, aunque pudiera parecer violento, no es más que simplemente el siguiente paso del proceso de emparejamiento, sus alas cumplieron su propósito, así que hay que librarse de ellas.

La siguiente prioridad, es encontrar un lugar adecuado para establecer un nido. Cuando encuentran un lugar, la pareja excava unos 30 centímetros y prepara una celda donde la nueva reina pondrá sus huevos. Como las alas, los ojos cumplieron su propósito y no volverán a ser utilizados, la pareja pasará el resto de su vida en la oscuridad total. Seis meses después, una nueva sociedad empieza a funcionar, con un par de soldados algunas docenas de obreras y hasta los esbozos de un jardín de hongos, pero por cada pareja que se establece y empieza a cultivar hongos, hay decenas de miles cuyo vuelo nupcial tiene un final muy diferente. Como sus cuerpos están llenos de reservas, las termitas aladas son un delicioso bocado y su fiesta anual es disfrutada por todos, desde hormigas hasta antílopes, muchas son comidas mientras se incuban y nunca llegan a volar, otras terminan atrapadas en barrizales o telas de araña, otras incluso quedan atravesadas por los espinos de los árboles, después de ser llevadas por el viento y en todos lados hay ojos que observan.

Tribus de Kenia y las termitas.

 

Los nutrientes que hace una semana estaban cautivos en los materiales de un viejo nido de un ave, entran en la cadena alimenticia, y no sólo las criaturas pequeñas se benefician. Las termitas aladas son una valiosa fuente de proteínas para los habitantes de algunas tribus del norte de Kenia, los montículos de termitas son propiedad de los habitantes, e incluso son heredadas de padres a hijos.

 

Trampa de termitas.

 

Instalan trampas simples pero muy efectivas, acumulan ramas con hojas a un lado del montículo y luego las cubren con pieles de bovino, después, todos los agujeros en la base del montículo son obstruidos, para que las termitas se vean obligadas a salir por debajo de la piel, los bordes de la trampa son sellados con tierra dejando sólo una salida al frente, donde se cava un agujero circular, una hoja de henequén alrededor del agujero, será suficiente para impedir que escapen una vez hayan caído, esto completa la trampa. Al dirigirse hacia la luz, caen en el pozo. Un montículo grande puede suponer varios kilos de estos insectos con un altísimo valor nutricional en grasas y proteínas.

Para atrapar termitas durante la noche, solamente necesitan cavar un agujero y atraer a las termitas aladas con una antorcha. Algunas son comidas frescas, aunque la mayoría son cocinadas y transportadas al poblado, ya que cocinadas, se conservan durante meses. Contienen alrededor de un 40% de grasa y un 40% de proteína. Estas tribus, edifican sus graneros sobre piedras, para impedir que entren las termitas, pero estas, que al final logran entrar, se aprovechan a su vez de los cultivos humanos.

El nombre de termita desciende etimológicamente de termes, el fin.

En el pasado hubo grandes reinos en África con Monarcas que gobernaban en enormes Palacios, pero los tronos estaban hechos de madera y los palacios eran construidos con madera y pastos, hoy ya no existen, gran parte de la historia de África, ha desaparecido en los vientres de las termitas.

Depredadores de las termitas.

 

Otra criatura que se alimenta de Termitas aladas es el cuclillo rojo, Pero mientras que todos los animales que hemos visto, estaban comiendo, el cuclillo parece llevárselas de vuelta al montículo, y eso es precisamente lo que hace. El cuclillo anida haciendo un agujero a un lado del montículo y ahí cría a sus polluelos, el agujero está en la parte superior de los muros y no interfiere con las termitas, así que ellas a su vez no molestan a las aves. Si el montículo en el que estaban viviendo acaba de producir termitas aladas hay una abundante provisión de comida en la puerta, pero no es bueno comer demasiado de una misma cosa, las crías quedan, literalmente, hartas de termitas.

El cuclillo es una criatura que cava agujeros en el montículo sin causar daño, pero hay un animal cuyos hábitos son un peligro en mayor escala.

 

Cuclillo rojo, asomando desde su nido, construido en un termitero.

 

Se trata del cerdo hormiguero una de las especies más peculiares y adaptadas para alimentarse de termitas, sus enormes orejas pueden captar el sonido de la termitas trabajando bajo tierra, la nariz, está llena de receptores sensibles y tiene un filtro velloso para mantener fuera el polvo, con sus poderosas uñas, pueden abrir los montículos más duros, y una vez que las Termitas quedan expuestas es el fin. Cuando sale de su madriguera lo hace rápidamente dando un gran salto para confundir a cualquier depredador que pudiera estar acechando, durante varios segundos se detiene para escuchar y olfatear el aire por si hay peligro, sólo cuando está seguro de que no hay problemas, se relaja y puede cazar tranquilamente. Extraerá todas las termitas subterráneas, que hacen los túneles bajo la superficie, pero también hará una visita nocturna a los montículos de su territorio.

 

Cerdo Hormiguero.

 

Su habilidad para excavar es legendaria. Es capaz de excavar lo equivalente a dos o tres hombres con picos y palas y puede abrir los montículos que parecen de cemento con facilidad. Un cerdo hormiguero adulto pesa alrededor de 55 kg el que un animal tan grande sea capaz de gastar tanta energía para conseguir su alimento, es una buena indicación de lo rica que es una dieta a base de termitas. No acostumbra cazar las termitas en la superficie abierta ya que tragaría mucha tierra, primero abre los túneles y luego con muchas bocanadas de su larga trompa sopla la tierra suelta antes de usar su lengua, después de alimentarse durante un tiempo, se mudará a otro montículo. Un cerdo hormiguero rara vez causa daños graves, pero mientras cava, las chimeneas dejan salir nubes de polvo como pequeñas señales de humo que indican peligro.

La mayoría de nidos en el territorio de un cerdo hormiguero son un lugar perfecto para criaturas como el puercoespín a quien le gusta vivir en madrigueras, pero sus patas son demasiado débiles para cavar en terreno duro, así que se adueñan de termiteros en desuso. Las púas de un puercoespín no son más que cabellos que se han transformado en un formidable abrigo de espinas semejantes a agujas.

 

Puercoespín.

 

Aún hay un animal aún más exótico, que disfruta de los agujeros de los cerdos hormigueros, tiene una armadura aún más extraña a excepción de su vientre y los lados de su cara, el pangolín, está cubierto por capas de escamas duras y rígidas, en algunas áreas se le llama “pez del matorral” su gran cola, le sirve para mantener el equilibrio sobre sus patas traseras. En su búsqueda de hormigas y termitas se bambolea descuidadamente alrededor del matorral.

 

Pangolín.

 

Alguna vez se pensó que el caparazón de un pangolín estaba hecho del mismo material que el de una tortuga o de pelo densamente comprimido como el cuerno de un rinoceronte, aunque ahora se sabe que la piel evolucionó hasta transformarse en duras escamas.

Cuando sale a cazar, el Guepardo, con frecuencia usa un montículo de Termitas como punto de observación para buscar presas.

 

Guepardo oteando la planicie en busca de su presa.

 

Otra criatura extraña que se muda a los viejos agujeros de los cerdos hormigueros es la Hiena del Cabo, pues como el cerdo Hormiguero, también se especializa en comer termitas, pero este animal del tamaño de un chacal no cava para extraerlos, sus patas son frágiles para hacerlo, los busca en la superficie y los atrapa con su lengua.

 

Hiena del Cabo.

 

Las Termitas que hurgan en la superficie se llaman cosechadoras, cortan la hierba en pedazos pequeños y luego lo arrastran hacia el nido, bajo tierra. La Hiena del cabo los encuentra al percibir los pequeños ruidos de alta frecuencia que hacen con sus mandíbulas al cortar las hojas.

 

Termita cosechadora.

 

Pero esta es una especie avanzada de cosechadora y cómo puede almacenar alimentos en el nido sólo necesita salir a la superficie en contadas ocasiones, y por lo tanto no es una fuente confiable de alimento, pero existe una especie más primitiva de termitas, que no almacena su alimento por lo que tiene que buscar en la superficie todos los días, en vez de mandíbulas, los soldados de esta especie, tienen trompas como pequeños cuernos, desde los cuales disparan un fluido pegajoso y maloliente, para defenderse.

La Hiena del Cabo tiene un hocico sin pelo que es fácil de limpiar cuando es salpicado con ese fluido, aunque solo es capaz de alimentarse durante un minuto o dos con estas termitas, ya que es en este momento, cuando acude una gran cantidad de soldados que acaban por ahuyentarla y sigue su camino. Componiéndose su dieta de casi un 90% de termitas, la Hiena del cabo es uno de los mamíferos más especializados de la tierra.

 

Soldados de las termitas cosechadoras.

 

Cuando el cerdo Hormiguero excava, causa sólo daños menores en las paredes del nido, pero a veces, si está muy hambriento puede destruir gran parte del nido, exponiéndolo a otros peligros. Los obreros se apresuran a reparar el daño y los soldados hacen sonar la alarma golpeando su cabeza contra el suelo. En situaciones como ésta las termitas muestran un altruismo extraordinario, arriesgan su vida para defender y reconstruir su nido. Si la celda Real ha sido abierta, la Reina se encuentra indefensa y vulnerable si permanece ahí pronto morirá.

La Reina es rescatada inmediatamente, pero en la entrada abierta del nido roto, hay un peligro aún mayor, un explorador de una colonia de hormigas Legionarias (las causantes de las “Marabuntas”), ha descubierto el daño y se enfrentará a las termitas soldado que encuentre, si la termita gana, los obreros pueden tener tiempo para reconstruir parte del nido, si no, el nido entero estará en peligro de muerte.

 

Soldado hormiga Legionaria.

 

El rescate de la reina se lleva a cabo de manera coordinada, lo cual parece increíble, hay que recordar que las termitas son ciegas, y aun así, son capaces de empujar, tirar y levantar a la reina, para lentamente, llevarla a un lugar seguro.

Desgraciadamente, afuera, la hormiga Legionaria ha ganado, mientras algunos obreros atienden a la reina en el interior del nido, otros construyen un muro detrás de ella, si los obreros pudieran reparar la mayor parte de la celda Real podrían salvarla, pero no hay tiempo, las termitas y las hormigas legionarias se encontrarán en combate abierto.

La reina está muerta, y un ejército marcha para saquear su castillo, aunque sobrevivieran un millón de sus súbditos, no habría forma de reemplazarla, continuarían viviendo como siempre, construyendo, cultivando hongos… pero sin una reina para renovar la población, la vida del montículo pronto se apagará y morirá.

Batalla entre Hormigas y Termitas.

Ahora, cuando llegan las lluvias, en vez de nueva vida, traen erosión y descomposición. Sin nuevas construcciones, los montículos se hacen redondos, y los elefantes rascándose como inmensas máquinas lijadoras los desgastan aún más.

Se necesitan años de viento y lluvia sobre el nido sin vida hasta erosionarlo por completo, sobre la tierra, tan solo quedará un círculo, que señala la muerte de la colonia.

Aunque más adelante, un día después de un gran diluvio, a principios de la temporada pluvial, una pareja, descenderá, y una vez despojada de sus alas, empezará a cavar, completando así el círculo completo de la vida de un termitero en África.