La Sociedad Entomológica Americana está actualizando su lista de nombres de insectos para dejar constancia de las pruebas genéticas y de otros tipos, donde concluyen que las termitas pertenecen al orden de las cucarachas, llamado Blattodea.
Desde el 15 de febrero de 2018, las termitas ya no tienen su propio orden, dice Mike Merchant de la Universidad A & M de Texas y presidente del comité de nombres comunes de la organización. Ahora todas las termitas en la lista están siendo categorizadas de nuevo.
“Este cambio de categoría, me recuerda a lo ocurrido con Plutón, cuando hace algunos años fue expulsado de la lista de planetas pasando a ser considerado un planeta enano”, dice el biólogo experto en termitas Paul Eggleton del Museo de Historia Natural de Londres. Sin embargo, no se espera una avalancha mediática o protestas por esta pérdida de categoría propia de las termitas. Entre los especialistas, las discusiones sobre las termitas como una especie de cucarachas se remontan al menos hasta 1934, cuando los investigadores informaron que varios grupos de microbios que digieren la madera en las tripas de las termitas también viven en algunas cucarachas que se alimentan de la madera.
Una vez que los biólogos descubrieron cómo usar el ADN para establecer relaciones genealógicas, aumentaron las pruebas de que las termitas se habían desarrollado como una rama del árbol familiar de cucarachas de muchos miembros. En 2007, Eggleton y dos colegas del museo utilizaron la evidencia genética de un muestreo inusualmente amplio de especies para publicar un nuevo árbol genealógico de estos insectos. Titulado «Muerte de una orden», el estudio colocó a las termitas en una categoría muy cercana a la de la cucaracha Cryptocercus.
Las cucarachas de Cryptocercus viven en estilo casi de termitero en los Montes Apalaches, no muy lejos del ecologista químico y fanático de las cucarachas Coby Schal de la Universidad Estatal de Carolina del Norte en Raleigh. Pares monógamos de cucarachas Cryptocercus excavan con sus mandíbulas, túneles en la madera y crían allí. Los descendientes se alimentan de las secreciones de sus padres, que proporcionan tanto la nutrición como las dosis iniciales de los microbios intestinales que digieren la madera y que permitirán que la nueva generación se alimente también de la celulosa de la madera.
Adulto y ninfa de la especie Cryptocercus.
“Las termitas son nada más que cucarachas sociales», dice Schal. Varias especies de cucarachas tienen alguna forma de vida social, pero las termitas llegan a extremos. Son insectos eusociales – constituyen a través de la sociedad un super organismo –, con solo unos pocos individuos en colonias a cargo de toda la reproducción. En ejemplos extremos, las colonias de Macrotermes pueden crecer hasta 3 millones de individuos con una sola reina y un rey.
Después de varios años de debate, el comité de denominaciones comunes de la organización estadounidense de entomólogos votó que era hora de cambiar a una nueva visión de las termitas. En la reunión de febrero de la junta de la sociedad, no hubo objeciones y las termitas han pasado a formar parte del orden Blattodea, de la que forman parte las cucarachas.
Termitas creando un túnel.
“Considerar si degradar un orden completo de insectos es un problema poco común”, dice Whitney Cranshaw de la Universidad Estatal de Colorado en Fort Collins, miembro histórico del comité de nombres de la sociedad. «Probablemente algunos de nosotros, incluido yo mismo, no queríamos hacer el cambio porque nos gustaba tal como era«, dice. Las termitas y las cucarachas como órdenes separadas eran fáciles de memorizar para los estudiantes que él enseña. Sin embargo, él votó sí. «Es lo correcto».