A causa de los recientes accidentes en las ciudades ocasionados por la caída de arboles, se han fomentado la aplicaciones de diversas técnicas de diagnosis de la madera, como esta, que desarrolla una imagen del interior del árbol para analizar en posterioridad.

Esta novedosa técnica nos permite saber en totalidad en qué estado se encuentra el árbol, y además sin dañar su estructura al ser una técnica de diagnosis no destructiva.

Conocer el estado estructural del interior de un árbol ayuda a la aplicación de técnicas de conservación o reparación que disminuirán el riesgo de accidentes ante el desprendimiento de árboles o ramas en la vía pública, sobretodo en días de fuertes rachas de viento.

La aplicación de este “TAC” se ejecuta mediante impulsos electromagnéticos o por ultrasonidos, que son transmitidos a un ordenador y transformados en una imagen en 3D donde se puede apreciar con total nitidez la estructura del tronco.

Ejemplo de resultados obtenidos con el «TAC» en una pieza de madera.

A través de este análisis se obtienen datos como la resistencia elástica, la flexión de la madera, o la resistencia de ruptura ante una determinada fuerza que serán utilizados en una evaluación de probabilidades y riesgos de roturas o desgarros, en función de la especie de árbol.

tomografo

Ejemplo de resultados obtenidos con el tomógrafo en una pieza de madera.

En el campo de la diagnosis de la madera – de árboles en pie o en servicio de la construcción -, dos de las técnicas más utilizadas son el tomógrafo de impulsos electromagnéticos y el resistógrafo, que se emplean para conocer la densidad de la madera, localizando cavidades realizadas por insectos xilófagos.

resistógrafo

Ejemplo de resultados obtenidos con el resistógrafo en una pieza de madera.

Como empresa de diagnóstico y analisis de la madera, sabemos que las especies arbóreas más seguras para la vía urbana son los plataneros, encinas, naranjos, ficus, alcorques o palmeras ya que son especies que crecen de forma rápida pero consistente, y que sólo suelen dar problemas por pudriciones o insectos.

Por lo contrario, las especies de árboles que ocasionan mayores problemas de derribos o de caída de ramas son aquellas que tienen un crecimiento rápido, y por ende, una madera más blanda que sufrirá de peor manera las inclemencias meteorológicas, como chopos, robinias u olmos.