El estudio de arquitectura Michael Green Architecture (MGA) y la ingeniería DVVD se han asociado con la promotora REI de París para llevar a cabo el edificio más alto de madera del mundo y que se construirá en la capital de Francia, París. La propuesta de “cero carbono”, se ha desarrollado como parte del novedoso proyecto de “réinventer París” que tiene como finalidad atajar los problemas de vivienda urbana que sufre la ciudad.
Desde el primer rascacielos construido en 1884 en Chicago, los edificios altos han sido construidos tradicionalmente con materiales como el acero y el hormigón. Diversos grupos internacionales de construcción están estudiando la posibilidad de realizar edificios construidos principalmente con materiales de madera.
Algunas de las razones principales para trasladarse a las estructuras de madera son: atacar el cambio climático, la creación de un desarrollo más sostenible, la reducción de los residuos de construcción y abordar las cuestiones socio-económico en todo el mundo.
Más allá del cambio climático, las razones ambientales para la construcción de madera son muchas; la madera es un recurso sostenible, produce menos desechos obtenerla, y necesita menos energía para ser transformada.
La madera contrachapada se está convirtiendo en un nuevo estándar de la construcción de estructuras más altas. Este método de maderas laminadas en alternancia de direcciones del grano para crear vigas gruesas, son mucho más fuertes que las estructuras de madera y armazón convencionales.
La torre de 35 pisos, denominada “Baobab cuenta con un hotel de estudiantes, espacios para la agricultura urbana, una estación de autobuses y otros servicios. La propuesta aspira a “promover la visión de la ciudad para una metrópoli sostenible y ecológica” y definir así la próxima era de edificio urbano.
Los ingenieros han diseñado formas de abordar los problemas de riesgo de incendios. El más común es simplemente conocer las velocidades a la que arden las maderas empleadas en la construcción.
En pocas palabras, el método de carbonización permite una capa de madera de protección alrededor de las vigas de apoyo que crea una capa de carbonización lenta que protege la madera estructural por lo que el edificio se mantiene en pie, incluso a altas temperaturas.
Mientras que las estructuras de madera de altura aún no pueden ser la norma en la mayoría de las ciudades, son sin duda una tendencia creciente. Algún día en el futuro, la mayoría de los nuevos edificios pueden utilizar estos métodos tan ventajosos, a la par de ser más responsables con la ecología y el medioambiente.
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